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Tipo de las marismas y riberas. Esta forma era la
propia de las marismas y zonas palustres. La abundancia y acuosidad del
alimento producía animales de gran desarrollo, con alzadas de hasta 1,60m.
(José de Hidalgo) y al criarse con las patas permanentemente introducidas en
el agua, sus cascos eran muy anchos, palmitiesos, blandos y fibrosos: “El caballo marismeño es más basto, menos
distinguido, de más buque y alzada, lm,54 a lm,58, que el andaluz puro;
ostenta una cabeza demasiado grande y pastosa y unas extremidades gruesas y
bastas, con cascos estoposos y desparramados; de temperamento linfático,
flojos y pesados”. (Molina Serrano, Eusebio 1899. Cría caballar y remonta). Recreación
del caballo español del tipo de marismas y riberas. Se hallaba en Sevilla,
Cádiz y Huelva. En las riveras de Jaén, Córdoba y Extremadura existían tipos
similares. A las yeguas de ribera
cordobesas las describían así: “El
ganado de la ribera es semejante pero de 7 cuartas y 3 a 6 dedos (1,50-154m.)
de alzada, cabeza acarnerada, cuello
derecho y grueso, cruz gruesa y no muy alta, dorso largo, riñones estrechos y
largos, grupa algo derribada y caderas estrechas, espalda carnosa y recta,
brazo corto, antebrazo largo y delgado, rodillas anchas y algo empastadas,
cañas cortas y planas, muslo y pierna larga, pero de poca robustez, corvejón
ancho y un poco empastado. Suelen ser ligeramente pandos de los anteriores,
en función de la longitud de la cuartilla. De las posteriores son mal
aplomados, cerrados de atrás, remetidos y de corvejones acodados. Su
temperamento es sanguíneo modificado por el linfático, efecto de la
alimentación con plantas leguminosas de la ribera”. (Memoria elevada al Excmo. Sr. Ministro de Fomento.1861) Este tipo de caballo
palustre no sólo era propio de las comarcas del sur; en la costa y región
central de Asturias también se encontraba este tipo de yeguas.: “En la costa y el centro son corpulentas y
con proporciones análogas a las del caballo de tiro, tienen una alzada de
siete cuartas a siete y seis dedos, perfil recto, cuello recto y largo, cruz
baja y estrecha, dorso largo, lomo largo, grupa larga y recia, caderas
redondas, espaldas largas y oblicuas, antebrazos robustos, rodillas anchas y pastosas,
cañas gruesas y largas, cuartillas cortas, tendón grueso, muslo largo y
robusto, corvejón ancho y algo recto, costillares redondeados, temperamento
linfático. (Memoria elevada al
Excmo. Sr. Ministro de Fomento.1861) Quince años antes de la publicación de esta “Memoria” había
empezado a actuar un caballo alemán (2 entre 1850 y 1860) en el depósito del
Estado de Oviedo pero no es posible que esa fuese la causa de la existencia
de este tipo diferenciado en aquellas zonas. En las marismas de
Cataluña aparecían animales con grupas algo derribadas, costillas planas,
dorso ligeramente ensillado, cabeza abultada y temperamento linfático. Cabe suponer que en
otras zonas palustres, como la Albufera de Valencia, Laguna de la Nava o
Daimiel, así como las riberas de los mayores ríos también contarían
originalmente con poblaciones caballares de tipo marismeño. Hoy en día se conoce
como caballo marismeño al que se produce en las marismas del Guadalquivir,
pero estos animales ya no responden al tipo natural porque han sufrido muchos
cruzamientos, no sólo con otras castas españolas, sino también con otras
razas exóticas. Son muy escasos los datos que han trascendido sobre la
población denominada “caballos de las retuertas”, de estas mismas marismas,
pero sospechamos que no se trataría de una población relicta de caballos
marismeños sino, probablemente, de jacas onubenses introducidas en las
marismas. Principio del documento
El tipo de las sierras. |
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