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El YUGO. Maneras de uncir. El yugo es el instrumento utilizado para unir a dos o más
animales de tiro en una yunta con el fin de aprovechar conjuntamente su
potencia de arrastre. Los animales que con más frecuencia han sido utilizados
para el tiro o arrastre son los vacunos y los equinos (caballos, burros y
mulos) Para uncir a los vacunos existen dos tipos de yugo: el
yugular y el cornal. Yugo yugular El yugular se asienta sobre la parte posterior del cuello
del animal y se sujeta bien sea con una correa, con costillas de madera a
ambos lados del cuello, o con piezas rígidas en forma de “U” que abrazan el
cuello del animal por su parte inferior. Uncidos de este modo, los animales transmiten su potencia
al yugo mediante las apófisis espinosas de las primeras vértebras dorsales. Este sistema es el más extendido por el mundo. En Asia se
usa con el búfalo de agua, el cebú, la vaca o el yak; también es el usado en
todo el continente africano y en Australia. En Europa también fue el más extendido. Era el sistema
empleado en el Imperio Romano. Tiene las ventajas de que los animales a uncir no requieren
de una doma muy avanzada, no necesitan poseer una cornamenta apropiada,
pudiendo ser incluso mochos y permite uncir animales de distinto tamaño e
incluso de distinta especie. Los inconvenientes son que se aprovecha de forma más deficiente
la potencia de los animales, que se conducen con menor precisión, que no es
apto para uncir toros de gran morrillo y que suele lastimar la piel, los
músculos y las vértebras de la zona
sobre la que se asienta. Yugo cornal En el sistema cornal el yugo se coloca en la parte anterior
del cuello, detrás del testuz y se sujeta a los cuernos y frente de los
animales con correas de cuero (coyundas). De esta manera la fuerza se trasmite
mediante la parte superior de la cabeza. Esta zona en los bovinos es
especialmente fuerte ya que está adaptada para sufrir las embestidas y
topetazos habituales en la especie Este sistema aprovecha con mayor eficacia la potencia de
empuje de los vacunos, no produce magulladuras, permite uncir toros aunque
sean muy enmorrillados y su conducción es más precisa. Tiene por inconvenientes que, los animales a uncir han de
ser lo más similares posible, que requieren de un mayor proceso de
adiestramiento y que necesitan tener cornamenta robusta y pareja. Su uso ha sido muy limitado ya que sólo se practicaba en
algunas zonas de Europa (Bélgica, Francia, Suiza, Tirol, España y Cerdeña) En el antiguo Egipto ya se conocía, como demuestra el
grabado. Sin embargo, en algún momento desapareció su uso, ya que en el
Egipto actual, así como en todo el continente africano el método usado es el
yugular. En Alemania se usaba un sistema cornal peculiar pues se
uncían los animales individualmente con unas piezas de madera de forma
arqueada que apoyaban sobre su frente sujetadas a sus astas. De los extremos
de dichas piezas pendían las cadenas o ramales con los que se les unía al
objeto a arrastrar. En la península ibérica se viene utilizando el sistema
cornal desde tiempos prehistóricos. Parece ser que a la llegada de los
romanos los nativos ya usaban este sistema (Columela – de re rustica 2, 2, 22)
Sin embargo en Galicia, Portugal, el Ampurdán y el Pirineo Aragonés se
utilizó el sistema yugular. En las islas Canarias, las Baleares y Cerdeña se
usa el sistema cornal. Alonso de Herrera, en su obra Agricultura General (1513)
comentaba sobre las diferentes formas de uncir lo siguiente: “Quanto á los bueyes,
dice Columela, que es mejor uñir á los pescuezos, que no á la cabeza, ó
cuernos, porque con la mayor fuerza dice que rompen la tierra, porque con
todo el cuerpo tiran del arado. Maravillome yo del
que diga tal cosa, pues fue Español, y sabía que los bueyes de España, por
ser muy grandes, tienen gran fuerza en las cabezas, y pueden muy bien traer
los arados. Allá en Francia, ó en
Italia, que son los bueyes pequeños, y tienen los cuernos menudos y flacos,
tiene esto mas lugar, no en Castilla, ni Andalucía, ni Extremadura, donde son
tan grandes, que qualquiera carga pueden muy bien traer uñidos á las
cabezas”. En América se utilizan ambos sistemas (yugular y cornal)
dependiendo de cuál fue el país colonizador. Así, en Canadá se usa el sistema
cornal, heredado de Francia. En U.S.A. se estila el sistema yugular, a
excepción de Puerto Rico y de otros estados de origen hispano. En toda
Hispanoamérica se utiliza el sistema cornal tal y como era costumbre hacerlo
en España. Sin embargo, en Brasil se estila el modo yugular trasmitido por
los portugueses. En Yunta sanabresa, 1978 En el norte de España, debido a la frecuente lluvia, era
habitual cubrir la testuz de los animales
con una piel de oveja, cabra o tejón para evitar que el agua reblandeciera
las coyundas de cuero y que éstas se aflojaran. El tamaño del yugo variaba según las comarcas y el uso al
que estaba destinado. Lo normal es que fuesen de dos gamellas pero también
los había de una, para uncir un solo animal, y de tres. Este último se
utilizaba para domar a algún buey rebelde, al que se le uncía en la gamella
del medio, entre dos bueyes mansos. De esta manera al novicio no le quedaba
más remedio que seguir los pasos de los veteranos que le flanqueaban. |
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