Berrendo
en Rojo Blanca
Cacereña Mertolenga Chamusca Pirenaica Blonde
d´Aquitaine Lourdesa Bearnaise Casta Salers Charolaise
antiguo Froment du
Leon Armoricana Roja
Flamenca Devon Red Poll Lincoln
Red Sussex Roja
Belga Roja
Danesa Angler
Rotvieh Harzer
Rotvieh Linpurger Gland
Rind Roja
Polaca Roja
Estonia Roja
Finlandesa Roja Sueca Roja
Noruega Dølafe |
Domesticación. En
la península ibérica se produjo una neolitización muy temprana en su zona
levantina y sudoccidental, mientras que en el norte e interior peninsular fue
más débil y difusa Así
como en los yacimientos levantinos se encuentran abundantes restos de
cerámica cardial, lo que les pondría en relación con las culturas neolíticas
de oriente próximo, en los yacimientos andaluces y portugueses se hallan
principalmente restos de cerámica almagra síntoma, para algunos
investigadores, de cierta autoctonía cultural. Es
precisamente en esta zona donde aparecen los primeros restos óseos
atribuibles a vacuno doméstico, en la cueva de la Dehesilla (Algar, Cádiz),
en estratos correspondientes a 6.300 – 4.565 a. n. e., en la cueva de
Santiago (Cazalla de la Sierra, Sevilla), en estratos datados entre el 5.460
y 4.910 a. n. e. y en la cueva de los Murciélagos (Zuheros, Córdoba), en
estratos correspondientes a 5.330 – 4.520 a. n. e. (Las culturas del neolítico y calcolítico en Andalucía Occidental,
Pilar Acosta Martínez, 1995) Es
en este entorno donde se han mantenido desde tiempo inmemorial los vacunos
del tronco rojo atlántico y cabe suponer que estos desciendan de aquellas primitivas
reses domésticas. En Extremadura se
explotaba la raza Roja Extremeña y en Andalucía Occidental la Rubia Gaditana
y la Retinta Andaluza, estas tres variedades se fusionaron dentro de lo que
hoy se conoce como raza Retinta. En el Alentejo se cría la raza Alentejana,
muy similar a la Retinta. Se
trata de animales fuertes y macizos, de perfil subconvexo, eumétricos o
subhipermétricos y de proporciones medias a longilíneas. Destacan por su
capacidad corporal, dentro de la armonía anatómica, sostenida por un sólido
armazón óseo, pero sin ser basto. Es también característica la cornamenta
blanca con la punta ligeramente oscurecida, que en los machos adopta la forma
de gancho alto o bajo y en las hembras tras acodarse se alarga
ostensiblemente hacia delante, arriba y afuera. Su
capa es roja, con tonalidades que varían desde la más oscura (caoba) hasta la
más clara (colorada y rubia) con degradación alrededor de los ojos (ojo
perdiz), nunca presenta ahumados ni listones. La cola termina en un mechón
blanco. Las mucosas son siempre del color de la capa. La talla media es de Tronco Rojo Atlántico Para
algunos autores esta raza descendería del Bos
primigenius mauretanicus, habiedo llagado desde el Sahel por el estrecho
de Gibraltar. Otros le adscriben al Bos
primigenius namadicus por apreciar ciertas similitudes con el cebú indio.
Nosotros consideramos que es de origen autóctono y que sus diferencias con el
tronco ibérico se deben a que es una raza muy antigua, probablemente la más
antigua de Europa occidental. En
esta misma zona existen otras razas emparentadas con este tronco como son la
Berrenda en Rojo, la Blanca Cacereña, la Mertolenga y la Chamusca o
Garvonesa. Parece
que en tiempos prehistóricos hubo, desde este núcleo, una difusión de estas
vacas domésticas por la fachada atlántica europea y aún es posible seguir su
rastro. A
excepción de una cuña del tronco negro y ganado de lidia que se interpone en
la zona en la vega del Tajo, toda la fachada atlántica ibérica está ocupada
por vacunos pertenecientes a este tronco. Al norte encontramos la raza Miñota
portuguesa y su versión española, la Rubia Gallega, de características
análogas a las anteriores pero en las que predominan las capas más claras o
trigueñas y con el perfil con tendencia a la rectitud. Hoy en día, debido a
la influencia del tronco gris podólico y a los modernos cruzamientos con
razas europeas, presentan un tipo menos afín con el tronco originario.
Rubia Gallega, años 50 Rubia Gallega,
años 70
Rubia Gallega años 90 El
siguiente núcleo del tronco vacuno rojo lo encontramos también a orillas de
Atlántico pero al fondo del Golfo de Vizcaya. Aquí se ha desarrollado la raza
Pirenaica, de características muy similares a la Rubia Gallega-Miñota pero
con el perfil con ligera tendencia a la subconcavidad. Su
cría se ha extendido por toda la falda sur del Pirineo. Una
variedad no seleccionada y mostrenca de la anterior es la Betizu, de similares
características pero de reducido tamaño. Su alzada máxima es de Se
distribuía por el sur del País Vasco francés, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra.
En ésta última trashumaba hasta la Ribera en donde confluía con vacunos del
tronco castaño. La mezcla de estos dos tipos dio lugar al ganado bravo
navarro o casta navarra. Antaño
era muy común en la raza Betizu la capa barcina (atigrada), llamada “barreada”
y “barreata” en la zona. Esta capa es muy rara en el ganado vacuno europeo y
sólo se da en animales del tronco rojo o sus cruces. Betizu En la
vertiente francesa de los Pirineos se cría la Blonde d´Aquitaine, muy similar
a la Pirenaica pero con una mayor selección enfocada a la producción cárnica.
La talla de las hembras es de 1,38- La
Lourdesa, de un color rojizo muy claro, casi blanco, muy similar a la raza
Pallaresa, su altura ronda los 1,35- La
raza Bearnesa, del Sur de la Aquitania, con pesos de En
esta misma zona se criaban otras razas ya desaparecidas y muy similares a
estas, como la Vasca d´Urt, la Vasca de Barètous, la Bearnesa d´Aspe o d´Ossau,
la Garonesa y la Quercy. En
la zona costera de la Aquitania habitaban unas vaquillas semisalvajes
conocidas como “Vaches Marines” de En
la zona francesa de los Pirineos centrales, en Aure e Saint Girons se cría la
raza Casta. En
el sudoeste del macizo central se cría una raza que, a pesar de la indudable
influencia recibida en las últimas décadas de razas carniceras, mantiene
enorme parecido con las retintas del sudoeste ibérico; la raza Salers. Su
capa es de color rojo caoba con la borla de la cola blanca y los cuernos en
forma de lira abierta. El pelo es más largo o lanudo que en las retintas, posiblemente
como adaptación al clima del macizo central. Sin embargo para los
investigadores ingleses esta raza desciende de ejemplares de raza Devon
importados en el siglo XIX y el espesor de su pelo se lo habría aportado el
cruce con la raza Higland. Las vacas tienen una talla de Al
noroeste del macizo central se cría la raza Limousine, también perteneciente
al tronco rojo. Esta raza se encuentra a mitad de camino (en sentido físico y
figurado) entre la Salers y la Charolesa. La
raza Charolesa o Charolaise en origen era de capa roja pero procurando su
optimización como productora de carne fue cruzada con otras razas entre las que
se contarían las pertenecientes al tronco blanco escandinavo, como la vaca de
los Vosgos u otras importadas expresamente de Escandinavia, que la variaron
el color de la capa del rojo al blanco. El
ganado de la Bretaña francesa debió pertenecer antiguamente al tronco rojo
atlántico pero esta zona, así como gran parte del centro de Europa, ha
sufrido a lo largo de la historia grandes conflictos bélicos internacionales
que han afectado drásticamente a la distribución tradicional de sus razas
autóctonas. Al mismo tiempo, el hecho de ser zona costera ha influido en la
reposición de su cabaña ya que ha facilitado la importación de ganado de
otros países ribereños como Inglaterra, Dinamarca o Alemania. Aún
así se conservan razas que mantienen cierta relación, como la Froment du Leon
en la costa norte de la Bretaña, o la Armoricana, si bien ésta última se
cruzó con la raza inglesa Durham. En
la frontera con Bélgica se encuentra la Roja Flamenca, raza de aptitud
lechera muy cruzada con la Roja Danesa. En
el suroeste de Inglaterra se cría desde tiempo inmemorial una raza que
también guarda un extraordinario parecido con las retintas ibéricas, la raza
Devon. Como la Salers francesa también mantiene la capa rojo caoba, el
extremo de la cola blanco y los cuernos en lira abierta. De
esta raza derivan otras modernas como la Red Poll, la Lincoln Red, la
Hereford y la Sussex. Probablemente la Longhorn inglesa (no confundir con la
Longhorn norteamericana) proceda de antiguos cruzamientos entre la Devon y el
ganado White Parck. El
ganado Higland de Escocia, a pesar de su aspecto primitivo, tiene el formato
de las modernas razas carniceras británicas con la única variación de su
largo y hosco pelo y su cornamenta. Ésta cornamenta y su coloración lo
asemejan al tronco rojo. En
Bélgica encontramos a la raza Roja Belga la cual también, además del color de
su capa, mantiene la borla de la cola blanca pero actualmente carece de
cuernos. En
Dinamarca se mantiene una muy similar: la Roja Danesa pero presenta mucosas
oscuras, probablemente debido al cruzamiento que sufrió en los años 70 con
ganado de raza Pardo Suizo Norteamericano. En
Alemania, en la península de Anglen
crían la Angler Rotvieh, y en la zona de Hesse la Vogelsberger
Rothvieh o Rotes Hoenvieh, ambas vacas lecheras muy similares a la Roja
Danesa. En
las montañas de Harz se creó en el siglo XIX la Harzer Rotvieh, de capa
retinta con extremo de la cola blanco, mucosas del mismo color que la capa y
cuernos en lira abierta, a partir de ganado importado de Francia e Inglaterra. Al
sur de Alemania, en la región de Limpurg-Hoenlohe mantienen la raza Limpurger
y en el valle de Glan la Gland-Rind, ambas razas similares al tipo pirenaico
pero con influencias de Pardo Alpino. En
Polonia cuentan con la raza Czerwona Polska. Es una raza lechera con origen
en el tronco rojo atlántico pero que ha sufrido cruzamientos con ganado
frisón y otras razas lecheras. En
Lituania, Letonia y Estonia se cría desde muy antiguo un ganado rojo oscuro y
con el extremo de la cola blanco pero con las mucosas oscuras. También
existe una raza roja al Oeste de Finlandia, la Länsisuomenkarja. En
Suecia la raza Rödkulla. En Noruega cuentan con la raza Ostlandsk
Rodkolle, muy similar al resto de las razas rojas del Báltico y la Dǿlafe
que es de la misma capa barcina que encontramos en las Betizu barreadas.
También desciende del tronco rojo la raza Telemarkfe pero presenta capa
berrenda roja y otros rasgos que evidencian estar también influida por el
tronco blanco escandinavo. Estas dos últimas razas fueron llevadas a
Islandia en el siglo X y de ellas desciende el actual ganado Islandés. Hipótesis sobre el origen y la
distribución del tronco rojo atlántico. Ya
a finales del siglo XIX James Sinclair y William Houseman expusieron sus sospechas
de que la raza inglesa Devon (la más antigua de aquel país) tenía un origen
foráneo y que podrían haber sido los fenicios los que, al arribar a las
costas de Cornwall en busca del preciado estaño (necesario, junto con el
cobre, para la fundición del bronce) lo habrían introducido. Ellos
suponían que su origen era africano pero estudios de ADN mitocondrial han
demostrado la disparidad de los orígenes del ganado europeo y del africano
(Mitochondrial diversity and the origins of African and European cattle
Daniel G. Bradley, David E. Machugh, Patrick Cunningham, and Ronan T. Loftus,
1996). De
haber sido así, el origen de la raza Devon sería ibérico ya que era aquí
donde los fenicios mantenían las colonias más occidentales. Pero
ese viaje pudo haber sido muy anterior, durante el período cultural
megalítico. El
foco más extenso de megalitismo se desarrolló en el Sudoeste ibérico entre el
En
el
Distribución actual
del ganado vacuno del tronco rojo
Distribución de la Cultura Megalítica. (Wikipedia) Parece
que el vehículo de difusión de esta cultura fue la navegación. Los motivos
que empujaron a aquellas gentes a emprender esa ruta marítima serían
comerciales, bien para la obtención del apreciado estaño, bien por la pesca
del bacalao en los caladeros nórdicos, bien por el ámbar del Báltico o por el
conjunto de todas ellas y alguna otra que aún no conocemos, pero no sería
extraño que, si estas gentes ya contaban con vacas domésticas y los pueblos
situados más al norte aún no las conocían, el ganado ibérico fuese utilizado
como artículo de intercambio comercial y que éste fuese el origen del tronco
rojo atlántico. Los
análisis del ADN mitocondrial revelan que los humanos de la fachada atlántica
de Europa también comparten una herencia genética, cuyo origen se remontaría
al Mesolítico (10.000- Volver arriba.
El Tronco Ibérico |
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